domingo, 2 de octubre de 2016



LA MAGIA DE LA ENCINA
La encina (quercus ilex) es un árbol omnipresente que abunda en la Península Ibérica y que forma parte del folclore popular en cuentos, leyendas y, por supuesto, conjuros mágicos. La encina está presente en multitud de hechizos y quizá uno de los más interesantes es el de dar suerte en los negocios al que porte sus bellotas. Por supuesto, la magia siempre es complicada y no basta con llegar y llenarse los bolsillos para que venga la buena suerte, sino que es necesario un pequeño ritual. Primero, recolectarlas en domingo, día en el que las fuerzas mágicas son más fuertes; segundo, hay que quemarlas hasta reducirlas a polvo. Este material, hay que meterlo en una bolsa de seda de color amarillo, que es lo que será el amuleto. Si la leyenda se cumple, el portador de esta bolsa recibirá todo tipo de bondades.
La encina se consideraba el hogar de hadas, pero mucho cuidado con toparse con ellas, porque las habitantes de este árbol no son las hadas buenas de los cuentos, sino las lavanderas que lavan su ropa a medianoche y que dan mal de ojo a todo aquel que se encuentre con ellas por la noche. Alrededor de la encina se celebraban aquelarres y para las brujas era un árbol que portaba una carga maléfica.

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