LIMPIEZA CON HUMO
El humo proveniente de la quema de inciensos específicos para la limpieza energética y de mezclas de yerbas para purificar y proteger, pueden limpiar hasta los techos de un espacio. Para realizar una limpieza con humo, todas las ventanas y puertas exteriores del lugar a limpiar deberán permanecer cerradas, mientras que deberán abrirse todas las puertas interiores, incluidos armarios, cajones, baúles...
Para quemar el incienso o las yerbas se necesita un carboncillo, que se cogerá con una pinza metálica o las puntas de una tijera para prenderlo con la llama del fogón de la cocina o con cerillas; y un recipiente para colocar el carboncillo una vez encendido. Este recipiente debe ser resistente al calor extremo, que van a liberar los carbones prendidos y preferentemente tener un asa o agarradera, que nos permita llevarlo en el recorrido de la casa sin quemarnos. Aunque a veces se utilizan recipientes o incensarios de bronce, el metal y el fuego son elementos antagónicos, por lo que siempre que se use el fuego será más propicio utilizar materiales asociados al elemento tierra. Siguiendo pues, la teoría de los cinco elementos, el recipiente usado para generar el humo de una limpieza es preferible que sea de barro o cerámica.
En nuestra tradición es muy popular realizar el signo de la cruz en el aire, con el recipiente que echa el humo al empezar la limpieza y al entrar en cada habitación. Puede ser una superstición o un modo de pedir las bendiciones y la ayuda de la luz. En cualquier caso, no está de más recoger la idea y haciendo o no la cruz, encomendamos a la luz o solicitar la ayuda de la divinidad o de las fuerzas benéficas y protectoras en las que creamos. Pedir la ayuda de los seres divinos o de las energías positivas y la luz puede ser muy propicio también al comienzo de cualquier otro tipo de limpieza energética.
Una vez que el carboncillo haya chisporroteado se coloca en el recipiente y se echa sobre él el incienso o la fórmula de hierbas escogida para la ocasión.
Hay muchos inciensos y fórmulas ya preparadas para hacer limpiezas que pueden adquirirse; aunque también pueden ser elaboradas siguiendo las recetas tradicionales; algunas muestras de éstas son las siguientes mezclas:
- el enebro, el romero, el perejil, la artemisa, la ruda, la sal gorda y la sal fina se considera una fórmula muy eficaz para hacer una limpieza a fondo;
- la arenaria, la rompepiedra y la pimienta es adecuada para quemar cuando hay bloqueos y obstrucciones;
- el café molido, el cedro, el romero, la salvia y el tomillo, que al ser quemados, desprenden un humo que resulta un excelente protector;
- tres cucharadas de hojas de olivo secas, una cucharada de romero y una cucharadita de bolas de incienso puro se emplea para eliminar lo negativo;
- la angélica es una hierba muy empleada en las quemas de limpieza energética y puede mezclarse con romero e incienso o incluso con bayas de enebro.
Y no olvidéis que:
Todo el sentimiento que se envía al Universo retorna a nosotros.
El humo proveniente de la quema de inciensos específicos para la limpieza energética y de mezclas de yerbas para purificar y proteger, pueden limpiar hasta los techos de un espacio. Para realizar una limpieza con humo, todas las ventanas y puertas exteriores del lugar a limpiar deberán permanecer cerradas, mientras que deberán abrirse todas las puertas interiores, incluidos armarios, cajones, baúles...
Para quemar el incienso o las yerbas se necesita un carboncillo, que se cogerá con una pinza metálica o las puntas de una tijera para prenderlo con la llama del fogón de la cocina o con cerillas; y un recipiente para colocar el carboncillo una vez encendido. Este recipiente debe ser resistente al calor extremo, que van a liberar los carbones prendidos y preferentemente tener un asa o agarradera, que nos permita llevarlo en el recorrido de la casa sin quemarnos. Aunque a veces se utilizan recipientes o incensarios de bronce, el metal y el fuego son elementos antagónicos, por lo que siempre que se use el fuego será más propicio utilizar materiales asociados al elemento tierra. Siguiendo pues, la teoría de los cinco elementos, el recipiente usado para generar el humo de una limpieza es preferible que sea de barro o cerámica.
En nuestra tradición es muy popular realizar el signo de la cruz en el aire, con el recipiente que echa el humo al empezar la limpieza y al entrar en cada habitación. Puede ser una superstición o un modo de pedir las bendiciones y la ayuda de la luz. En cualquier caso, no está de más recoger la idea y haciendo o no la cruz, encomendamos a la luz o solicitar la ayuda de la divinidad o de las fuerzas benéficas y protectoras en las que creamos. Pedir la ayuda de los seres divinos o de las energías positivas y la luz puede ser muy propicio también al comienzo de cualquier otro tipo de limpieza energética.
Una vez que el carboncillo haya chisporroteado se coloca en el recipiente y se echa sobre él el incienso o la fórmula de hierbas escogida para la ocasión.
Hay muchos inciensos y fórmulas ya preparadas para hacer limpiezas que pueden adquirirse; aunque también pueden ser elaboradas siguiendo las recetas tradicionales; algunas muestras de éstas son las siguientes mezclas:
- el enebro, el romero, el perejil, la artemisa, la ruda, la sal gorda y la sal fina se considera una fórmula muy eficaz para hacer una limpieza a fondo;
- la arenaria, la rompepiedra y la pimienta es adecuada para quemar cuando hay bloqueos y obstrucciones;
- el café molido, el cedro, el romero, la salvia y el tomillo, que al ser quemados, desprenden un humo que resulta un excelente protector;
- tres cucharadas de hojas de olivo secas, una cucharada de romero y una cucharadita de bolas de incienso puro se emplea para eliminar lo negativo;
- la angélica es una hierba muy empleada en las quemas de limpieza energética y puede mezclarse con romero e incienso o incluso con bayas de enebro.
Y no olvidéis que:
Todo el sentimiento que se envía al Universo retorna a nosotros.
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