RITUAL CELTA PARA LA PROSPERIDAD
Para los celtas, un pueblo que se ha extendido en toda Europa occidental y central entre el segundo milenio aC, la prosperidad está vinculada a la fertilidad de los campos y los rebaños. Por lo tanto sus ceremonia eran de hecho las fiestas agrícolas, en la que enaltecían a la Diosa Madre (señora de la fertilidad) y el Dios Astado (protector de los animales).
Para atraer la prosperidad de acuerdo a la receta celta, empiece por plantar en una maceta y en la primera noche de la Luna Nueva.
Todo ello con algunas semillas de centeno, alfalfa, cebada o el trigo. Mantenga la maceta en un lugar oscuro durante tres días. Luego deje que el aire libre expuesto ante el sol durante tres días. En la mañana del séptimo día, levántese al amanecer y regué en un vaso con una infusión de trébol agrio, albahaca y pétalos de rosa.
Vístase de blanco, encienda una vela blanca y siéntese en el suelo, mirando hacia el lado donde sale el sol. Diga tres veces:
“A medida que crece el grano,yo crezco, yo recibo.Brota en mí, florece en mí y da sus frutos en mí”.
Una vez plantadas las semillas y cuando comiencen a dar sus frutos, guarde siete de estas envueltas en seda negra y entierre los frutos restantes, juntamente con el vaso, en una noche de Luna Creciente.
Para los celtas, un pueblo que se ha extendido en toda Europa occidental y central entre el segundo milenio aC, la prosperidad está vinculada a la fertilidad de los campos y los rebaños. Por lo tanto sus ceremonia eran de hecho las fiestas agrícolas, en la que enaltecían a la Diosa Madre (señora de la fertilidad) y el Dios Astado (protector de los animales).
Para atraer la prosperidad de acuerdo a la receta celta, empiece por plantar en una maceta y en la primera noche de la Luna Nueva.
Todo ello con algunas semillas de centeno, alfalfa, cebada o el trigo. Mantenga la maceta en un lugar oscuro durante tres días. Luego deje que el aire libre expuesto ante el sol durante tres días. En la mañana del séptimo día, levántese al amanecer y regué en un vaso con una infusión de trébol agrio, albahaca y pétalos de rosa.
Vístase de blanco, encienda una vela blanca y siéntese en el suelo, mirando hacia el lado donde sale el sol. Diga tres veces:
“A medida que crece el grano,yo crezco, yo recibo.Brota en mí, florece en mí y da sus frutos en mí”.
Una vez plantadas las semillas y cuando comiencen a dar sus frutos, guarde siete de estas envueltas en seda negra y entierre los frutos restantes, juntamente con el vaso, en una noche de Luna Creciente.
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