miércoles, 1 de junio de 2016


El pepinillo del diablo (ecballium elaterium), tal como se le conoce comúnmente, es una planta herbácea de hoja perenne que puede llegar a alcanzar los 60 centímetros de altura. 
El fruto, de forma ovoide, no es comestible. Es más, toda la planta es tóxica para el ser humano. Sus efectos purgantes, si se toma en cantidades elevadas, incluso pueden provocar la muerte. Las hojas tienen forma de corazón y son de un grosor considerable. Están cubiertas de una película de pelillos ásperos al tacto. Las flores tienen cinco pétalos y son de un pálido color amarillo. Los frutos son muy sensibles al tacto: con tan solo rozarlos pueden romperse y explosionar dispersando las semillas a una distancia considerable.
Otros nombres: Hierba del diablo, carbaceta borde, pepiné, eleotorio, pan de puerco, podenco, pudenco. Es una cucurbitácea como el pepino, el melón o la sandía, la planta recuerda un poco a la de estas, pero el fruto es como un pepinillo peludo que se va hinchando según madura cogiendo presión en su interior hasta que llega el momento en el que con el mínimo roce se suelta y libera las semillas de su interior mediante un chorro de líquido a presión saltando estas a varios metros de distancia. Toda la planta es venenosa produciendo un efecto purgante extremo que en dosis elevadas puede provocar la muerte.
Aunque ha sido componente de algunos medicamentos, sobre todo para la obesidad y para enfermedades hepáticas como la cirrosis, lo cierto es que el pepinillo del diablo ya no se usa en farmacología debido a su elevada toxicidad.
© Brujeria de los viejos tiempos, mi Grimorio:
Si lees este texto de mi propiedad en otra página, es señal de que no me han pedido permiso para hacerlo.


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