jueves, 16 de junio de 2016


LA SANTA COMPAÑA
MITOS GALLEGOS
Cuentan que quien recibe la visita de la Santa Compaña morirá antes de un año…
Quienes afirman haber visto la Santa Compaña dicen que se aparece en los cruces de caminos para pedir el alma de quien pronto dejará el mundo de los vivos.
Los perros, anuncian su visita aullando de forma desmedida, los gatos huyen despavoridos, y a su paso, cesan los ruidos de los animales en el bosque…
Se hace un silencio sepulcral, interrumpido por el tintineo de una campanilla y los rezos de un fúnebre rosario…
Si sois de los que a menudo os quedais con sed de leyendas, vamos con una de auténtico miedo: La Santa Compaña
Un mito, que se pierde en la noche de los tiempos, pero que sigue muy arraigado en la cultura popular gallega, vinculado a los cientos de cruceiros de Galicia.
La leyenda también sigue viva en Asturias– La Güestia- y en el oeste de Castilla y León (provincias de Zamora y León) y Extremadura.
QUE SE LA SANTA COMPAÑA
En todos estos lugares, la tradición habla de la Santa Compaña como una procesión de muertos o ánimas en pena, que en la noche de Todos los Santos o la noche de San Juan (24 de junio y a partir de las doce de la noche), recorren errantes los caminos de una parroquia.
La Santa Compaña puede aparecerse en distintos lugares, pero sobre todo, ante quien se encuentre en una encrucijada de caminos. Todas las versiones coinciden en señalar a la Santa Compaña como anunciadora de muerte.
Las leyendas se refieren a una tenebrosa procesión de difuntos, encabezada por un mortal que porta consigo una cruz y agua bendita. La procesión consiste en dos filas fantasmales de difuntos que van vestidos con sudarios y descalzos.
A su paso, se percibe un característico olor a cera y un aire fantasmal.
Esa persona mortal es reconocida por la luz que la rodea y la palidez de su rostro y está condenada a vagar noche tras noche hasta su muerte o hasta que otro incauto sea sorprendido en una encrucijada, momento en el cual recibirá la cruz y estará condenado a vagar todas las noches.
La presencia de la Santa Compaña siempre es indicio de desgracias, lo más habitual es que anuncie la muerte de un conocido del que ve la procesión pero también puede aparecer para reprochar a los vivos errores o faltas o para cumplir una pena impuesta en el otro mundo.
En unas versiones se cuenta que la luctuosa procesión transporta un ataúd en el cual hay una persona dentro, la cual puede ser incluso la persona que sufre la aparición siendo su cuerpo astral el que está en el ataúd.
PROTECCIÓN FRENTE A LA SANTA COMPAÑA
uenta la tradición popular que podrá librarse de ser capturada el alma del mortal que presencie la procesión si se sube a los escalones de un cruceiro o si porta una cruz y la exhibe a tiempo.
También son protectores frente a la Santa Compaña hacer un círculo en el suelo y entrar en él, rezar y no escuchar el sonido que emite, pero sobre todo jamás aceptar la vela que nos tienda algún difunto de la procesión ya que de hacerlo formará parte de la Compaña.

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